miércoles, 17 de noviembre de 2010

FABRICA DE ABONOS ORGANICOS


Un Abono orgánico es un fertilizante que proviene de animales, humanos, restos vegetales de alimentos u otra fuente orgánica y natural. En cambio los abonos inorgánicos están fabricado por medios artesanales, como los abonos nitrogenados (hechos a partir de combustibles fósiles y aire) o los obtenidos de minería, como los fosfatos o el potasio, calcio, zinc.
Actualmente los fertilizantes inorgánicos suelen ser más baratos y con dosis más precisas y más concentrados. Sin embargo, salvo en cultivo hidropónico, siempre es necesario añadir los abonos orgánicos para reponer la materia orgánica del suelo.
La composición del abono organico puede variar considerablemente y se ajunta a las
condiciones y materiales existentes en la comunidad o que cada productor
dispone en su finca; es decir, no existe una receta o fórmula fija para su
elaboración. Lo más importante es el entusiasmo, creatividad y la disponibilidad
de tiempo por parte del fabricante. Entre los ingredientes que pueden formar
parte de la composición del abono orgánico fermentado están los siguientes:


El carbón:
Mejora las características físicas del suelo con aireación, absorción de humedad y calor (energía). Su alto grado de porosidad beneficia la actividad macro y microbiológica de la tierra, al mismo tiempo, funciona con el efecto tipo “esponja sólida”, el cual consiste en la capacidad de retener, filtrar y liberar gradualmente nutrientes útiles a las plantas, disminuyendo la pérdida y el lavado de los mismos en el suelo.
Recomendaciones:
La uniformidad de las partículas influenciará sobre la buena calidad del abono que se utilizará en el campo, por la práctica, se recomienda que las partículas o pedazos de carbón no sean muy grandes, las medidas de una pulgada de largo por media pulgada de diámetro da una aproximación del tamaño ideal de las mismas. Cuando se desea trabajar con hortalizas en invernadero en el sistema de almácigos con bandejas, las partículas del carbón a utilizarse en la fabricación del abono fermentado deben ser menores (semipulverizadas) para facilitar llenar las bandejas y permitir sacar las plántulas sin estropear sus raíces, antes del trasplante definitivo en el campo.
La gallinaza:
Es la principal fuente de nitrógeno en la fabricación de los abonos fermentados. Su principal aporte consiste en mejorar las características de la fertilidad del suelo con algunos nutrientes, principalmente con fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso, zinc, cobre y boro (Tabla No. 1 anexa). Dependiendo de su origen, puede aportar otros materiales orgánicos en mayor o menor cantidad, los cuales mejorarán las condiciones físicas del suelo.
Recomendaciones:
La experiencia desarrollada por muchos agricultores en Centroamérica y Brasil viene demostrando que la mejor gallinaza para la fabricación de los abonos orgánicos es la que se origina de la cría de gallinas ponedoras bajo techo y con piso cubierto. Evitando el uso de la gallinaza que se origina a partir de la cría de pollos de engorde, dado que este material presenta una mayor cantidad de agua y residuos de cocciodiostácticos y antibióticos que irán a interferir en el proceso de la fermentación de los abonos. Algunos agricultores vienen experimentando con éxito la utilización de otros estiércoles de: conejos, caballos, ovejas, cabras, cerdos, vacas y patos (Tablas No. 2  y  3 anexas). Y hasta puede ser sustituida, en algunos casos, por harinas de sangre, hueso y pescado.
 
Tierra común:
En muchos casos, ocupa hasta una tercera parte del volumen total del abono que se desea fabricar. Entre muchos aportes, tiene la función de darle una mayor homogeneidad física al abono y distribuir su humedad; con su volumen, aumenta el medio propicio para el desarrollo de la actividad microbiológica de los abonos y consecuentemente, lograr una buena fermentación.
Por otro lado, funciona como una esponja, al tener la capacidad de retener, filtrar y liberar gradualmente los nutrientes a las plantas de acuerdo a sus necesidades. Dependiendo de su origen, puede aportar variados tipos de arcilla, inoculación microbiológica y otros elementos minerales indispensables al desarrollo normal de los vegetales.
Recomendaciones:
En algunos casos es conveniente seleccionar la tierra con la finalidad de liberarla de piedras, grandes terrones y maderas. Por ejemplo, puede ser obtenida a partir de las orillas de las vías internas de la propia finca o de las orillas de carretera.
Carbonato de calcio o cal agrícola:
Su función principal es regular la acidez que se presenta durante todo el proceso de la fermentación, cuando se está elaborando el abono orgánico, dependiendo de su origen, natural o fabricado, puede contribuir con otros minerales útiles a las plantas. En Centroamérica, se le conoce comúnmente en el medio rural con el nombre de cal agrícola.
El agua:
Tiene la propiedad de homogeneizar la humedad de todos los ingredientes que componen el abono, propicia las condiciones ideales para el buen desarrollo de la actividad y reproducción microbiológica durante todo el proceso de la fermentación cuando se están fabricando los abonos orgánicos.
Recomendaciones:
Tanto la falta de humedad como su exceso, son perjudiciales para la obtención final de un buen abono orgánico fermentado. La humedad ideal, se va logrando gradualmente en la medida que se incrementa el agua a la mezcla de los ingredientes. La forma más práctica de ir probando la humedad, es a través de la prueba del puñado, la cual consiste en tomar con la mano una cantidad de la mezcla y apretarla, de la cual no deberán salir gotas de agua entre los dedos y si deberá formar un terrón quebradizo en la mano. Al constatar un exceso de humedad, lo más recomendable es controlarla aumentando la cantidad de cascarilla de arroz o de café a la mezcla.
Observación:
Solamente se utiliza una vez el agua en la preparación de los abonos fermentados tipo bocashi, no siendo necesario utilizarla en las demás etapas del proceso.
 

INGREDIENTES BÁSICOS EN LA ELABORACIÓN DEL ABONO ORGANICO
FERMENTADO